Tomar café forma parte de nuestra vida cotidiana. Ya sea para despabilarnos por las mañanas o como excusa para disfrutar una sobremesa con amigos, el café ha sido adoptado como una costumbre. Ahora, ¿Somos capaces de distinguir un café bien hecho? En este post hablaremos de la crema de café, un elemento clave que nos permitirá descubrir si estamos frente al espresso perfecto.
La crema y sus características pueden decir cosas importantes sobre el café. El tipo de molido, el tueste, la temperatura y el método de extracción influyen en su formación, por eso es importante observar su color y textura. El mejor espresso debe tener una crema compacta y persistente de color avellana con estrías de color oscuro. Si lo logras, quiere decir que obtuviste una buena extracción y que utilizaste la molienda adecuada.
Si el café tiene poca crema, seguramente se debe a que estás utilizando una molienda demasiado gruesa o una cantidad de café menor a la necesaria para una correcta extracción. En caso de que tenga burbujas y un color muy claro, indica que la máquina no tiene suficiente presión o temperatura. También podría ser señal de un prensado incorrecto.
En cambio, si el café ha alcanzado una temperatura superior a la recomendada, la molienda es muy fina o hay exceso de café, la crema tenderá a ser de color oscuro con un centro claro o marrón con bordes oscuros.
¿Cómo podemos darnos cuenta si tiene la consistencia correcta? Existe un viejo y sencillo truco que es infalible: Sólo tendrás que echar el azúcar sobre el café. Si flota antes de hundirse, la crema estará en su punto.