Cada café guarda su historia. Desde su descubrimiento hasta los hechos clave que hicieron que hoy todos podamos disfrutar de esta gran infusión. Descúbrelas con nosotros.
Cuenta la leyenda que en el siglo IX Kaldi, un pastor árabe de Etiopía, descubrió el café por accidente cuando notó que sus cabras saltaban y se comportaban de manera enérgica, luego de comer las cerezas de una misteriosa planta.
Las tribus africanas, que sabían del café desde la antigüedad, molían sus granos y elaboraban una pasta utilizada para alimentar a los animales y aumentar las fuerzas de los guerreros.
Los primeros establecimientos de servir café se abrieron en la Meca y se llamaban “kaveh kanes”. Ese tipo de establecimiento se extendió rápidamente por todo el mundo árabe y los cafés se convirtieron en lugares muy concurridos en los que se jugaba al ajedrez, se intercambiaban chismes y se disfrutaba del canto, el baile y la música, un lugar en el que se podía hacer vida de sociedad y tratar de negocios en un ambiente cómodo y al que todo el mundo podía ir por el precio de un café.
Recién en el siglo XVIII, el café se introduce en Europa a través de los mercaderes venecianos.
El primer establecimiento de café en Europa se abrió en Venecia en 1683, y fue el famosísimo Caffè Florian de la Plaza de San Marcos y sigue aún hoy abierto al público.